lunes, 20 de septiembre de 2010

El Estado dejó de pagar 345.000 asignaciones familiares en dos años


Desde septiembre de 2008 el tope salarial que da derecho a cobrar las asignaciones familiares a los asalariados formales o "en blanco" y jubilados está congelado en 4.800 pesos.

Esa falta de actualización en un período en que, por la inflación, los sueldos subieron en torno del 50%, ya llevó a que los padres de 345.000 chicos hayan dejado de cobrar las asignaciones familiares y otros varios miles hayan pasado a cobrar menos.

Los datos surgen de comparar los 4.149.005 de salarios familiares por hijo que se pagaban a fines de 2008 y los 3.803.329 que se están pagando este mes. En ambos casos, no se incluye en este cálculo a los hijos de los beneficiarios del seguro de desempleo.

El tema se trató en la última reunión del Consejo del Salario, en agosto pasado. Allí tanto la CGT como la CTA plantearon el tema, pero el Gobierno rechazó el pedido en forma rotunda. Por eso, al concluir el cónclave, un dirigente de la CGT dejó escrito en una pizarra ubicada en la sala de reuniones de Trabajo, y a modo de recordatorio de los funcionarios, lo siguiente: "CGT. Urgente. Subir tope salario familiar".

Por el régimen vigente, desde septiembre de 2008, los trabajadores en relación de dependencia cobran el salario familiar por hijo o el prenatal si ganan menos de $ 4.800 de sueldo bruto, antes de los descuentos. Esta cifra no toma en cuenta las horas extras y tampoco el plus por zona desfavorable.

Luego de los descuentos de jubilación y salud, el tope se reduce a un poco menos de $ 4.000 de ingreso de bolsillo.

Ese beneficio no es uniforme sino que depende de una escala salarial. Así hasta $ 2.400 de sueldo bruto, desde este mes la asignación es de $ 220 por hijo menor.

Si el salario va de 2.401 y $ 3.600, la asignación disminuye a $ 166.

Y si gana entre $ 3.601 y $ 4.800, el beneficio baja a $ 111 por chico.

En las llamadas zonas desfavorables, los topes son similares pero la asignación es más alta.

Otros beneficios, como la asignación por matrimonio o nacimiento que son de suma fija, también se perciben si el salario bruto es inferior a los $ 4.800 mensuales, pero esos beneficios no fueron actualizados y siguen en los mismos valores de fines de 2008.

Al no actualizarse esas escalas salariales, con cada incremento nominal del sueldo y aunque el poder adquisitivo sea el mismo o inferior, más trabajadores pasan a cobrar menos o directamente pierden derecho al beneficio.

Por ejemplo, un trabajador con 2 hijos que a fines de 2008 ganaba $ 3.500, cobraba $ 204 de salario familiar ($ 102 por cada chico). Un año después, tras recibir un 25% de aumento, pasó a cobrar $ 4.375 pero el salario familiar se redujo a $ 182 ($ 91 por cada hijo). Este año 2010 recibió un aumento del 20% y pasó a cobrar $ 5.250. Al superar el tope de $ 4.800, dejó de cobrar el salario de ambos hijos.

Así ese trabajador, primero, al subir de escala, pasó a cobrar menos y luego, al superar el tope de la escala, dejó directamente de cobrar las asignaciones.

El salario familiar se financia con un aporte de los empleadores sobre los sueldos. Al crecer la masa salarial por la inflación, la ANSES pasó a recaudar nominalmente más, pero no pagó más a los beneficiarios porque la escala se mantuvo sin cambios El Fondo de Asignaciones Familiares en los últimos años fue superavitario pero desde fines de 2009, junto a los intereses del Fondo de Garantía (FGS) de la ANSeS, pasó a financiar además la asignación por hijo de los trabajadores desocupados, informales y servicio doméstico.

Justamente lo que se critica no es el pago de esta asignación (en realidad se cuestiona que no sea más amplia y de un monto mayor) sino que se financie con fondos previsionales y con la baja de beneficiarios por la falta de actualización del tope de los sueldos de los trabajadores formales. También se cuestiona que el beneficio no sea uniforme teniendo en cuenta que hoy el costo de una canasta familiar de una familia tipo ronda los $ 4.000 mensuales.